Cáritas Interparroquial de Jaén reflexiona sobre su futuro modelo de acceso al derecho a la alimentación
8 marzo de 2024María Martínez, integrante del Equipo de Inclusión de Cáritas Española, analiza las claves de la reflexión sobre un cambio de modelo en el que dignifique el proceso de acceso a los alimentos.
El salón parroquial de Cristo Rey de Jaén ha acogido este jueves un encuentro de representantes de las Cáritas parroquiales de Jaén capital con el propósito de reflexionar sobre el modelo de actual de acceso al derecho a la alimentación e iniciar el tránsito hacia nuevas alternativas. La cita ha sido convocada por Cáritas Interparroquial de Jaén, con el acompañamiento de Animación en el Territorio de Cáritas Diocesana de Jaén, y ha contado con la participación de María Martínez, integrante del Equipo de Inclusión de Cáritas Española. Según ha explicado el coordinador de Cáritas Interparroquial de Jaén, Javier Porras, al igual que el curso anterior se apostó por revisar cómo se materializa la acción caritativa y social a través de los equipos, apostando por un cambio que vaya de la mera asistencia al acompañamiento, en este curso se pretende revisar el modelo de acceso al derecho a la alimentación, canalizado actualmente a través de la «Despensa de Cáritas». De ahí la presencia de María Martínez, con amplia experiencia en este ámbito, a la que ha agradecido su participación para mostrar cuáles son los principales cambios que se están asumiendo en el ámbito confederal y ofrecer posibles líneas futuras de acción.
Tras una breve dinámica de grupo, María Martínez ha comenzado su intervención apuntando que la revisión del modelo de acceso al derecho a la alimentación es una reflexión que se está acometiendo en toda la confederación de Cáritas Española y que tiene como objetivo avanzar en la dignificación de este proceso. Ha comenzado felicitando a Cáritas Interparroquial de Jaén y a los veintiún equipos parroquiales por iniciar este proceso y por la apuesta por la búsqueda de un nuevo planteamiento. Así, ha agradecido a los equipos de personas voluntarias todo el camino recorrido y ha calificado de «valiente» el asumir esta reflexión que conduzca hacia un nuevo modelo.
En una primera parte, ha incidido tanto en que las raíces de este cambio están tanto en el Evangelio como en la doctrina de la Iglesia. «El gran salto es pasar de ‘dar’ a ‘darnos’ a los demás», ha manifestado. Ha recordado que el documento «El arte de acompañarnos», origen de esta propuesta, se deja claro que los cimientos se encuentran en las propias huellas de Jesús, que «reconoce la dignidad de hijos e hijas de Dios; que opta por estar entre las personas más empobrecidas y vulnerables; que acompaña en los momentos de dificultad; que entabla diálogo con las personas; que otorga la responsabilidad de la acción de salvarse; que no les juzga, que acepta incondicionalmente; que cree en las capacidades de los demás; que les invita a la participación y a la transformación; que no espera que acudan a Él y acompaña en las necesidades y el sentido».
A la luz de este modelo del Evangelio, ha invitado a reflexionar si la forma de ayudar a las personas desde Cáritas es la adecuada o si, por el contrario «se está quedando algo anticuada». En esta línea ha apuntado que «tal vez la inercia de crisis anteriores haya transformado nuestro servicio en el centro de nuestra atención». Invitó a reflexionar sobre el impacto real que supone la entrega de alimentos en la mejora de la vida de las personas, convirtiéndose en muchas ocasiones en «una acción permanente», en vez de una necesidad puntual o temporal.
Revisar los modos de hacer y actuar
Martínez ha recordado que la responsabilidad del acceso al derecho a la alimentación es de la administraciones públicas y que el papel de Cáritas es el de complementar. También ha puesto el acento en que como Iglesia se debe caminar «hacia la excelencia». De ahí la importancia de revisar los modos de hacer y actuar, «de repensar el cómo en el acceso a este derecho». Entre los aspectos que ha subrayado que con el modelo actual «las familias no pueden elegir y tienen que ajustar su alimentación a los productos disponibles». Tampoco pueden adaptar los menús según los gustos, costumbres culturales o necesidades de salud. «Se corre el riesgo de desaprender en aspectos como la gestión del dinero o la administración del presupuesto familiar, y también se pierde autonomía personal». En la misma línea, ha lamentado que se facilitan patrones asistencialistas y que se puede estar contribuyendo con el despilfarro alimentario.
Frente a este modelo, María Martínez ha compartido la experiencias de otras Cáritas en la confederación que ya han apostado con éxito por una nueva forma de proceder en la que se apuesta por la dignificación del acceso al derecho a la alimentación. En concreto, ha abundado en ejemplos en los que las personas acompañadas por Cáritas, a través de la concesión de tarjetas, son los responsables de la adquisición de alimentos y ellas deciden cómo administrar esta tarea. «Supone un paso muy importante en la dignificación de este proceso», ha opinado la técnica de Cáritas Española. Ha profundizado en ejemplos sobre como materializar este cambio de modelo bien con tarjetas de crédito o con las propias de comercios. Incluso, dando un paso más y dejando de lado el plástico y apostando por alternativas digitales.
Otro de los aspectos en los que se ha profundizado ha sido en la importancia de implicar a la comunidad, asumiendo toda una hoja de ruta que permita sensibilizar sobre el nuevo modelo de acceso al derecho a la alimentación. También se abordaron propuestas de financiación, en las que se materializan acciones creativas para garantizar el sostenimiento de esta labor.
Al término de su intervención, se ha abierto un diálogo con los agentes de Cáritas en la capital, en la que han expuesto sus dudas e inquietudes ante este nuevo modelo. Martínez ha animado a implicarse en este proceso y ha alentado a los equipos parroquiales para que asuman este reto sobre el que se está trabajando en todo el ámbito confederal.
Cáritas Jaén