Acción de Gracias del Año Sacerdotal
22 junio de 2010 El pasado viernes, 18 de junio, se celebraba en el Seminario la jornada de clausura del Año Sacerdotal en la Diócesis de Jaén.
El Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López, dio la bienvenida a los allí presentes en el día de Acción de Gracias del Año Sacerdotal y “en la celebración de un evento muy importante, que es unirnos y felicitar al numeroso grupo de hermanos que celebran hoy sus bodas de oro sacerdotales y también de plata”.
“Desde día 19 de junio del 2009 hasta el 11 de junio del 2010 hemos estado celebrando en toda la Iglesia el Año Sacerdotal. Desde el día de su inauguración, una especie de rayo de luz intensa ha recorrido el cuerpo de toda la Iglesia, iluminando y resaltando la imagen auténtica y verdadera de lo que es nuestro sacerdocio. El Santo Padre y la Comisión para el Clero, principalmente han ido ofreciendo en este año, momentos, caminos de reflexión y de profundización del ser y del obrar del presbítero, del sacerdote hoy. Sus síntesis y conclusiones eran siempre las mismas: ser vicarios de Jesucristo y reflejos de su presencia”, continuaba el Sr. Obispo.
Tras estas palabras de bienvenida, D. Olegario González de Cardedal, catedrático emérito de la Pontificia Universidad de Salamanca inició la ponencia Medio siglo de ministerio presbiteral en España.
Tras un recorrido por la historia sacerdotal, Gónzález de Cardedal aseguraba que “cuando las cosas se difuminan hay que preguntar por lo esencial. Y lo esencial del Ministerio Apostólico es: ministros del evangelio, la palabra; actualizadores de la muerte y resurrección de Cristo en el corazón del mundo; eucaristía como centro al que preparan y lugar del que derivan el resto de los sacramentos; y construcción de la comunidad de creyentes. Los medios eficaces en estas situaciones son la atención a la vida personal, la atención a la fraternidad diocesana y la atención a esos destinatarios nuevos convulsos por las ideologías, las situaciones económicas, etc.”.
Asimismo el Catedrático Emérito terminaba hablando de la dignidad del sacerdote. “Hay una dignidad inmanente de nuestro ministerio que no podemos olvidar. Hermanos nuestros han traicionado hasta el infinito ese testimonio olvidado. Y han puesto a la Iglesia en al borde de pérdida de su credibilidad y de la confianza necesaria para que a ellas se les entreguen las personas. Es hora de acabar con todas las ambigüedades que hemos vivido en el orden formativo después del Concilio Vaticano II. Porque en ese orden la estética clásica tenía razón en cuanto a celibato, la homosexualidad y la pederastia”.
Tras un breve descanso, el acto continuaba con el Homenaje a los sacerdotes que han cumplido sus bodas de oro y plata sacerdotales, a los que el Sr. Obispo les fue entregando, uno a uno, varios obsequios, entre ellos una felicitación de Su Santidad Benedicto XVI.
Durante dicho homenaje, D. Ramón López Pozas y D. Juan Raya, representantes de los sacerdotes en sus bodas de oro y plata, respectivamente, hacían alusión a sus distintas experiencias en su largo camino sacerdotal y, ante todo, daban gracias al Señor.
“Por toda la gente buena que en el camino nos hemos ido cruzando, que nos han ido alimentando, a los que también hemos ido alimentando desde nuestras dificultades, y por los años de felicidad, de entrega, de dificultades, incluso, de soledad… Por todo ello hay que darle gracias al Señor”, explicaba D. Juan Raya.
El acto concluyó con la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo.
Asimismo, celebraron una comida fraternal.
Sacerdotes
Los sacerdotes que celebraban sus bodas de oro eran: Delfín Villa Iglesias, ocd; Jerónimo Sánchez Juanes, cm; Manuel Jiménez Cobo; Tomás Jurado Lérida; Ramón López Pozas, Carlos Martínez Marín; Pedro Quero Juárez; Alfonso Gisbert Garrido, sj; Ezequiel García Galerón, cm; Cristóbal Jiménez Cobo y Rafael Higueras Álamo.
Y las bodas de plata: José Gallego Martos, osst; Francisco Antonio Criado García-Pozuelo, osst; Juan Ignacio Damas López; José Ramón García Boluda; José Antonio García Romero; Juan Raya Marín; Antonio Vela Aranda; Alfonso Garzón Vera; Antonio Lara Polaina; Francisco Juan Martínez Rojas y Santos Tamargo Agea.