Don Amadeo preside, en Monte Lope Álvarez, la Eucaristía de la Asamblea de la Asociación del Beato Manuel Aranda
22 marzo de 2017Cada año, coincidiendo con el Día del Seminario y con la fecha del nacimiento del Beato Manuel Aranda, el 22 de marzo, se celebra en su localidad natal, la Asamblea de la Asociación que lleva el nombre del beato seminarista.
Llegadas las 10 de la mañana se iniciaban los actos ente el busto del Beato en el centro del jardín de la Parroquia: el párroco dio la bienvenida a todos, la presidenta de la Asociación, Rosa Torres Bueno, acogió a todos los asistentes, deseándole bien y paz y uno de los devotos de Manuel dio el testimonio de cómo su nieta, nacida con problemas celíacos, está totalmente curada, atribuyendo esta curación a la intercesión del Beato. A continuación, se inició la asamblea de socios en el salón parroquial con la revisión del año, año que ha sido “Centenario del Nacimiento de Manuel” y proponiendo las actividades para el próximo periodo así como dando cuenta de la situación económica.
Tras la celebración de la Asamblea, el Obispo de la Diócesis, Don Amadeo Rodríguez Magro, quiso acompañar a la comunidad parroquial de Nuestra Señora del Carmen, así como a los miembros de la Asociación Beato Manuel Aranda en la celebración de la Santa Misa de este domingo tercero de Cuaresma.
La Eucaristía estuvo concelebrada por el párroco de Monte Lope Álvarez, y sobrino carnal del Beato Manuel Aranda, D. Antonio Aranda Calvo, y por el rector del Seminario, D. Juan Francisco Ortiz González.
En su homilía, el Obispo quiso saludar a todos los fieles de la localidad, representados por su alcalde pedáneo, a los miembros de la Asociación, así como a los de Cofradía de Nuestro Padre Jesús de Jaén, que se encontraban en la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen.
Sobre el Evangelio de este domingo, tercero de Cuaresma, que narra el encuentro de Jesús con la Samaritana, el Prelado del Santo Reino quiso poner de relevancia la importancia en nuestras vidas del diálogo. En concreto, explicó: «Jesús siempre tiene algo que ofrecer, que es el amor de Dios. Quien encuentra el amor de Dios en su vida, encuentra el tesoro de su vida. Y quien cultiva el amor de Dios en su corazón pues tiene lo que necesita para vivir». Y prosiguió, «La fe es lo que encontró la Samaritana. Ella conocía la tradición, pero le faltaba la fe. Necesitaba encontrar la paz, la alegría, encontrar la felicidad, que necesitaba descubrirse, valorarse y respetarse a sí misma, y Jesús le ofrece el agua viva, vivir de la fe; y ella descubre en ese judío al Hijo de Dios».
En referencia expresa al Beato Manuel Aranda, Monseñor Rodríguez Magro dijo de él: «En la vida y en la muerte somos del Señor, vivimos para el Señor, y tomamos las decisiones justas, las que tenemos que tomar, y procuramos hacer la voluntad de Dios. Y eso es justamente lo que hoy nos refleja la vida de este joven seminarista, que lo que hace es vivir de la fe, cumplir, a lo largo de su vida la voluntad de Dios y cuando en un momento determinado lo que tocaba dar la vida, la dio por la fe».
Tras la foto de familia con el Obispo, a los pies del presbiterio, la asociación y fieles se trasladaron a la Cruz lugar donde el Beato seminarista dio la vida por Cristo, para hacer una oración. Miguel Ángel López Aranda, sobrino nieto del mártir, dirigió a los presentes un bonito poema, significando el gran testimonio, la valía y lo que era Manuel para él… todo ello con bellas imágenes cargadas de sentimientos y poesía.
La jornada concluyó con una feliz convivencia de los miembros de la Asociación Beato Manuel Aranda.