Los torrecampeños dan gracias a Dios en el I Aniversario de la Proclamación de Santa Ana como Alcaldesa Perpetua

El pasado martes, 10 de junio, coincidiendo con la conmemoración del 221º Aniversario del Nombramiento de Torredelcampo como Villa, la Cofradía de Santa Ana celebró una solemne Eucaristía en la lonja de la ermita, en acción de gracias por el I Aniversario de la Proclamación de Santa Ana como Alcaldesa Perpetua de la localidad.

La Santa Misa estuvo presidida por nuestro párroco, D. Pedro José Martínez Robles, y concelebrada por el vicario parroquial, D. Joël Nsenkey Mokuba. Ambas imágenes —Santa Ana y la Santísima Virgen Niña— presidieron la celebración entronizadas en la puerta de la ermita, símbolo visible del amor y la devoción de todo el pueblo torrecampeño. El Coro Romero «Camino Viejo» acompañó con sus cantos, llenando de alegría y fervor el ambiente litúrgico.

En su homilía, D. Pedro José nos animó a compartir la fe en este día tan especial, recordando el 10 de junio de 2024, fecha histórica en la que Santa Ana fue proclamada Alcaldesa Perpetua. “Ese día experimentamos la cercanía de Dios, del Dios que nos une y nos hace caminar firmes y alegres, anunciando el gozo del Evangelio”, afirmó. Del mismo modo, invitó a los fieles a construir un pueblo mejor, desde el amor y la misericordia de Dios, y a vivir con fidelidad el legado de fe que nuestros mayores nos han transmitido.

Asimismo, el párroco quiso recordar la Ley del Amor que Jesús proclamó en el monte de las Bienaventuranzas, llamándonos a poner la otra mejilla, a entregarnos con generosidad y a ser sal de la tierra. “Los torrecampeños —dijo— debemos dar sabor con nuestro amor y devoción a Jesús, Hijo de María y Nieto de Ana. Caminemos unidos en el amor, siendo fuente de comunión, sin dejarnos llevar por egoísmos ni por la crítica destructiva. Que sepamos mirarnos como hermanos”.

Destacó, además, cómo la Santísima Virgen Niña nos impulsa a ver lo bueno del otro y a dejarnos abrazar por la misericordia de Dios. “Santa Ana y la Virgen Niña son luz que nos ilumina, luz que viene de Cristo y que nos invita a ser reflejo de esa luz para todos los torrecampeños. Ellas nos enseñan lo que significa ser cristianos, ser pueblo de fe: vivir en unidad, amor, ternura y sencillez”, concluyó Martínez Robles.

En las ofrendas se presentó ante Dios un ramo de flores depositado por una familia ante el altar de Santa Ana en su ermita, como tantos y tantos ramos depositan sus devotos, cargado de oraciones, de peticiones, de plegarias y agradecimientos. Cientos de fieles y devotos participaron en la eucaristía a la que asistió también el alcalde de Torredelcampo, Javier Chica Jiménez y miembros de los distintos grupos políticos de la corporación municipal.

Cofradía de Santa Ana y Virgen Niña de Torredelcampo