La Diócesis de Jaén celebra la vida, como buena noticia
16 abril de 2024La S. I. Catedral de Jaén acogía el pasado 14 de abril, tercer domingo de Pascua, la celebración de la Jornada por la Vida y el décimo aniversario de la implantación de Proyecto Raquel en nuestra Diócesis.
Bajo el lema «La vida, buena noticia», la Delegación de Familia y Vida organizaba la Eucaristía en la que se recordó que cada vida humana es un don sagrado de Dios.
La Santa Misa, que comenzaba a las 11.30 horas, estuvo presidida por el Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, y concelebrada por el Canónigo y Consiliario de la Delegación de Familia, D. Juan Francisco Ortiz; el Vicario Judicial y miembro de Proyecto Raquel, D. Andrés Segura; los Canónigos, D. Juan Herrera y D. Antonio Lara; y el secretario del Obispo, D. Francisco Javier Cova.
Asistieron, además, los miembros de la Delegación de Familia y Vida de la Diócesis y de Proyecto Raquel, entre otros movimientos concienciados con la defensa de la vida.
Al inicio de la celebración eucarística, como recuerdo de su bautismo, el Obispo asperjó al pueblo con agua bendita, “agradeciendo a Dios, con ello, el don de la vida en el Espíritu con el que fuimos agraciados”.
Las lecturas, la oración de los fieles y las ofrendas fueron participadas por los miembros de la Delegación y de Proyecto Raquel. Asimismo, la capilla musical corrió a cargo del Coro de «Face to God».
Homilía
El Obispo comenzó su homilía recordando que el pasado 8 de abril celebramos la solemnidad trasladada de la Anunciación del Señor “jornada anual que celebran las Diócesis españolas a favor de la vida, con este propósito de orar juntos por el don de la vida. Nos reunimos en este primer templo diocesano, coincidiendo con el tercer domingo de Pascua, para pedir al Señor la protección y defensa de la vida en nuestra sociedad, por su respeto y apoyo desde el primer momento de su concepción, hasta su conclusión natural. Esta celebración es una afirmación gozosa de la belleza de la vida dominada por el sentimiento de gratitud hacia Dios que nos regala, con su generosidad, la maravilla de todo lo existente”.
En este sentido, Don Sebastián explicó que la mentalidad cristiana tiene que ser decididamente favorable a la vida. “Dios es un Dios de vivos. El hombre tiene siempre la dignidad suprema de estar creado a imagen y semejanza de Dios. A partir de aquí proclamamos que la vida del hombre. Es un don sagrado absoluto que lleva el toque de Dios y debe ser respetada y venerada todo momento y circunstancias”.
Asimismo, el Pastor diocesano quiso dar gracias a Dios por los diez años de Proyecto Raquel en nuestra diócesis. “Damos gracias a Dios por los diez años que lleva en nuestra Diócesis acompañando a aquellas personas que han intervenido en abortos provocados, con su trabajo, con su servicio, con su orientación y, especialmente, desde el amor y la misericordia de Dios, sanando heridas a través, claro está, de la misericordia infinita de Dios, manifestado en vosotros: los que componéis y formáis este proyecto”.
Finalmente, quiso culminar su predicación recordando que la vida siempre es una buena noticia, como recuerdan los Obispos en su mensaje para esta jornada. “Queridos hermanos: la vida siempre es una buena noticia, es un don y así debe ser recibida valorada y cuidada desde su concepción hasta su muerte natural. Especialmente, debemos cuidar a aquellos que viven en situación de vulnerabilidad, acompañándolos con amor y con compasión. Educar para acoger el don de la vida es una tarea de la Iglesia y de cada cristiano”, subrayaba.
Tras la homilía, se llevó a cabo el rito de envío de los consejeros de Proyecto Raquel. Tras ser nombrados, uno a uno, se presentaron ante el Obispo y profesaron públicamente su fe, expresando, ante la Iglesia reunida, su disponibilidad a la tarea encomendada y la aceptación del compromiso. Posteriormente, se inclinaron para recibir la bendición del Obispo. Y, finalmente, se les hizo entrega de un Santo Rosario bendecido.
La Eucaristía culminaba rezando la oración por la vida y con una foto de familia a los pies del altar. Ya en la Sacristía del templo catedralicio, los Delegados de Familia y Vida pudieron saludar al Obispo y departir con él.