Los universitarios peregrinan a Fátima con la Pastoral
6 marzo de 2024El pasado fin de semana, los jóvenes de la Pastoral Universitaria viajamos hasta Portugal al encuentro con nuestra Madre, la Virgen de Fátima. Han sido unos días que siempre recordaremos y en los que, en este tiempo cuaresmal de renovación, hemos podido seguir preparando nuestro corazón y depositar ante ella nuestras intenciones para lo que resta de curso académico.
Nuestra primera parada pasaba por Aljustrel,, el pequeño pueblo cercano al Santuario de Fátima dónde nacieron los tres pastorcillos que presenciaron las apariciones: Francisco, Jacinta y Lucía. Allí, tuvimos la oportunidad de conocer, de la mano de nuestro Delegado de Pastoral, Juan Pedro Moya, los lugares en los que se produjeron las tres apariciones del Ángel a los pastorcillos. Un primer paseo que terminó con la visita a la “casa dos Pastorinhos” y que sirvió como antesala a lo que en la tarde y noche de esa jornada viviríamos.
A la tarde, nos dirigimos al Santuario. Allí participaríamos en la celebración de la Eucaristía en la capilla de apariciones, así llamada por estar ubicada en el lugar en el que la Virgen se apareció a los pastores. Una eucaristía que tuvo un cariz especial, no solo por el significado de aquel lugar, también por formar parte de ella como Pastoral Universitaria, acompañados de devotos venidos de distintos lugares del mundo que, como nosotros, deseaban ponerse en manos de la Virgen.
Llegada la noche de nuevo nos dirigimos al Santuario para el rezo del rosario. Allí, la lluvia, junto con el silencio y respeto de los fieles hicieron que viviéramos uno de los momentos más importantes de la experiencia. La multitud acudió al encuentro con la Virgen, abarrotando la capilla de las apariciones. Todos portábamos una pequeña vela, incluso algunos pudimos portar a la Virgen en la tradicional procesión. No hacía falta decirlo, nuestras miradas cómplices y tranquilas y el recogimiento que arropar a la Virgen provocó en todos nosotros, nos hacía saber que lo vivido sería difícil de olvidar. Los que ya estuvieron anteriormente reafirmaron su decisión de formar parte de este viaje, los que vivimos el rezo del rosario por primera vez supimos que tarde o temprano volveríamos.
La mañana del domingo estuvo dedicada al rezo del via-crucis, recorriendo un sendero empedrado que de nuevo nos condujo a Aljustrel. A falta de semanas para la Semana Santa, el rezo de cada una de las estaciones sirvió para tomar consciencia del tiempo Cuaresmal en el que nos encontramos. Al final, en lo alto de una capilla presidida por la imagen de un crucificado, foto de grupo para inmortalizar el momento.
De nuevo, conseguimos vivir en una especie de monte Tabor, similar al de la JMJ o la PEJ hace solo unos meses. Ahora, en palabras de Juan Pedro, tocaba regresar a nuestra particular “Galilea” pero sin duda con el corazón muy lleno por lo vivido en Fátima. Jóvenes de toda la provincia reunidos para vivir nuestra fe sin complejos, hemos hecho ruido, ¡y del bueno!, y así esperamos seguir haciéndolo por mucho tiempo, animando a todos aquellos que lo deseen a formar parte nuestra querida Pastoral.
Pastoral Universitaria Jaén