La comunidad diaconal permanente de Jaén participa en unos Ejercicios en el marco cuaresmal
13 febrero de 2024“Judas Iscariote, uno de los Doce, fue a los sumos sacerdotes para entregárselo. Al oírlo, se alegraron y le prometieron darle dinero. Él andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.” (Jn.14, 10-11).
Con este texto del Evangelio de Juan, D. Juan Manuel Ortiz Palomo, Vicario para la Acción Caritativa y Social, Rector del Seminario Diocesano de Málaga y responsable del Diaconado Permanente de esta ciudad, introdujo a los diáconos, aspirantes, y a sus esposas, en los momentos más importantes del “Triduo Pascual, como centro de nuestra fe”, en el Retiro Espiritual que la familia diaconal celebra anualmente en la Casa de Espiritual San Juan de Ávila de la Yedra.
D. Juan Manuel fue desgranando los sagrados textos hasta lograr que todos los participantes nos sintiéramos realmente sentados a la Mesa de Jesús, acompañando a sus discípulos cuando se disponían a celebrar su Última Cena, “Sintámonos todos invitados a compartir esta mesa, que es la mesa del Señor y de su Iglesia”.
Tras la experiencia profunda del “Lavatorio de los pies”, nos detalló, a la luz de Cristo, el carisma que emana del Ministerio Diaconal, “Ponernos a los pies de los hermanos como Jesús hizo es el mejor ejemplo de servicio que tiene todo el Evangelio”.
Al anochecer con el crucificado casi en penumbra y todos sentados alrededor de la Cruz, contemplando el Misterio amoroso y salvador de la muerte de Jesús, iniciamos nuestra oración. Fue a través de una preciosa reflexión sobre la Pasión de Cristo como D. Juan Manuel nos llevó a vislumbrar la forma en la que los Diáconos realizan su servicio en la Iglesia, “En el servicio de la Palabra, del Altar y de la Caridad, las tres Mesas”.
Han sido unos días preciosos para reunirse en oración junto al Señor, estrechar lazos de fraternidad y comunión como hermanos. Un tiempo de agradecimiento a Dios por los frutos recibidos, donde nuestra vida se llena de amor y esperanza para poder llevar a cabo en nuestro mundo la misión propia de cada uno de nosotros, el “Servicio”, servicio generoso, para siempre, a los hermanos, en la Iglesia de Jesucristo.
Manuel Rico Teba
Aspirante al Diaconado Permanente