Confirmaciones en el Centro Penitenciario de Jaén
26 junio de 2011 El pasado día 24, viernes, a las 17’30 h. comenzaba la celebración de la eucaristía en el polideportivo del Centro. Nos habíamos reunido los confirmandos (14 internos y un funcionario), los padrinos (entre ellos varios voluntarios del equipo de esta Delegación, internos que se habían confirmado el año anterior y un funcionario), internos del módulo 7 invitados por los compañeros que se confirmaban, alumnos de los cursos de biblia y catecumenado y el resto de voluntarios de Pastoral.
Como Cornelio con su familia llamó a Pedro para que viniera a su casa, igualmente nosotros habíamos llamado a nuestro Pastor para que viniera a imponer las manos a estos fieles suyos e invocara sobre ellos la plenitud del Espíritu.
Si hacía calor en el polideportivo por la temperatura que hizo en la tarde san Juan, más fuego aun ardía en los corazones de todos cuando el Sr. Obispo fue imponiendo las manos y crismando con la señal de la cruz a cada uno de nuestros hermanos.
En el momento de las ofrendas, los internos fueron presentado el pan, el cáliz, las flores, la concesión de un primer permiso, uno de los diplomas entregados por Pastoral al terminar los cursos, unas fotos de la visita de la Cruz del Papa a la prisión, las cadenas rotas que la imagen de Ntra. Sra. de la Merced tiene en sus manos, por último, un interno del módulo 7 entregó un crucifijo hecho de marquetería, que después fue regalado al Sr. Obispo como recuerdo de esta celebración.
Llegó el momento de compartir la paz que cada uno habíamos recibido en nuestros corazones; todos intercambiamos los abrazos: funcionarios, internos, laicos, sacerdotes, Obispo. Realmente Jesús es el Cordero que trae la paz y quita el pecado que divide a los hombres.
Es verdad que una foto no puede expresar tanta emoción y gracia vividas esa mañana, pero la foto nos serviría como testigo de ese acontecimiento que ha sucedido dentro de la prisión; así lo pidió el Sr. Obispo y así fue. Todos juntos en una foto de familia de Dios.
El canto final fue una afirmación: El Sr. Obispo, la Iglesia, Dios puede contar con nosotros, los que vivimos por el tiempo de la condena en la cárcel de Jaén, los que trabajamos en ella como funcionarios y los que evangelizamos en ese lugar, enviados y en nombre de la Iglesia.
Por último, el Sr. Obispo nos invitó a todos a unos refrescos y aperitivos, tomados del economato, aunque él no pudo acompañarnos porque todavía le quedaban tareas diocesanas en esa tarde de calor.
La alegría, los cantos duraron hasta el momento en que había que volver al módulo.
Gracias al Espíritu Santo y a todos los hombres que han hecho posible esta celebración del sacramento de la CONFIRMACIÓN
Delegación de Pastoral Penitenciaria