Encuentro arciprestal de catequistas en Linares
28 octubre de 2008 Alrededor de 60 personas asistieron el pasado sábado 24 de octubre al Encuentro Arciprestal de Catequistas que tuvo lugar en el Convento de Consolación de Linares. Fue una mañana de convivencia y formación, entre estos agentes de pastoral, comprometidos con la nueva evangelización que la Iglesia nos pide.
El tema que reflexionamos fue el “El Despertar a la fe y la familia”, ofrecido magistralmente por don D. Sebastián Taltavull, sacerdote de la Diócesis de Menorca, que reside actualmente en Madrid puesto que es Director del Secretariado de la Comisión de Pastoral de la Conferencia Episcopal Española.
Comenzamos a las diez de la mañana con la oración, para poner en las manos de Dios todo nuestro quehacer. Seguidamente tuvo lugar la primera parte de esta ponencia, donde D. Sebastián nos hacía caer en la cuenta de la importancia que tienen los padres para despertar en los niños (sus hijos) la fe, la dimensión trascendente de la vida. Tanto es así, insistía el ponente, que sin la labor familiar, toda nuestra tarea de Iniciación cristiana queda frustrada, ya que la catequesis queda reducida a contactos puntuales, esporádicos con la doctrina cristiana, el catequista…pero no es verdadero proceso de madurez.
El ponente nos hizo ver que esta propuesta de catequesis a las familias, como es eslabón necesario en el despertar religioso, no es una mera intuición personal, sino que el magisterio de la Iglesia nos lo recuerda y pide a través del Directorio General para la Catequesis (agosto de 1997), donde se nos dice que la familia es el ámbito o medio de crecimiento en la fe (DGC 225), que los padres de familia son los primeros educadores de la fe de sus hijos (DGC 226-227); así mismo, hemos de tener en cuenta la experiencia de fe propia de los adultos a los que se dirige esta catequesis (DGC 172)
Existe también un vínculo sacramental: los padres tras la celebración del sacramento del Matrimonio adquieren la responsabilidad de educar a sus hijos en la fe, no pueden desligarse de ello. Es la familia una tierra de cultivo fundamental. Sin embargo, Sebastián, por ser consciente de que la familia no es ya garante de la fe, nos instaba a procurar una oferta libre, seria y responsable de la catequesis familiar a los padres y madres, sin la cual la Iniciación cristiana quedaría perdida, sin un previo y sin una continuidad, porque la catequesis no es sólo transmisión doctrinal, sino un proceso de madurez, donde intervienen distintos factores según edades, y a todos hemos de atender.
Así pues, la catequesis familiar, es paso previo para una iniciación cristiana en clave de proceso. La parroquia con sus sacerdotes y catequistas deben instar a los matrimonios para realizar esta labor. Una realidad de proceso realizada en clave corresponsable y de comunión.
Terminaba esta primera intervención dándonos elementos y criterios para una catequesis de adultos, dando paso a la fluida reunión por grupos. Nos dividimos en seis grupos para trabajar el material que Sebastián nos ofrecía, intercambiando impresiones entre aquellos que día a día trabajan en el quehacer catequético.
A continuación, en torno a una de la tarde, tuvimos la segunda exposición en clave práctica con un Power Point donde respondía la pregunta clave ¿cómo hacer esto? Fue entonces, cuando, Sebastián Taltavull, nos enseñaba la experiencia concreta realizada durante sus años como párroco y todas las cuestiones prácticas necesarias para concretar lo expuesto. Esto está recogido en su libro Los primeros años de la vida. Iniciación cristiana de los niños hasta 6 ó 7 años, que también nos presentó
Los asistentes, disfrutamos de esta mañana de encuentro, saliendo animados al encontrar “caminos nuevos” para una nueva sociedad.
Raúl Rodríguez Castillo
Párroco Inmaculada Concepción (Estación Linares-Baeza)