PRESENTACIÓN DEL LIBRO: “La Persecución Religiosa en la Provincia de Jaén. 1936-1939”
22 junio de 2010Por Antonio Aranda Calvo, Presidente Comisión Causas de Santos.
Por fin el día 18 de junio de 2010, en el espléndido marco de la Sacristía de la Catedral de Jaén, fue presentado por su autor Don Manuel López Pérez, el libro sobre la persecución religiosa en Jaén. Una obra bien editada, limpia y significativa portada, con 558 páginas, fotos e ilustraciones y, sobre todo con un contenido que entraña datos, hechos y personas que formaron parte de la historia de Jaén y más en concreto de nuestra Iglesia particular. La sala catedralicia estaba repleta, el Sr. Obispo nos honró con su activa presencia y el ambiente no pudo ser más acogedor.
Entre otras cosas dije en la presentación del acto: “Con fecha 17 de mayo de 2007, nuestro obispo actualizó la Comisión Diocesana para los procesos de canonización o “Causas de Santos” y me encomendó la presidencia y coordinación de la misma, encargándonos, entre otras cosas, la preparación del estudio histórico, serio y bien fundamentado sobre los avatares de nuestra Iglesia Diocesana en aquellos tiempos difíciles de 1936-1939. En verdad se habían publicado otros trabajos, pero especialmente relacionados con los incluidos en el proceso de Mons. Basulto y Compañeros mártires, y sobre algunos Religiosos de nuestra Diócesis. Se pretendía ahora algo lo más completo posible. Me entrevisté con Don Manuel López Pérez, pues sabía de sus conocimientos sobre el tema y de que lo había trabajado en gran parte; fue admirable su actitud ofreciendo desinteresadamente todo su trabajo a la Comisión. En una audiencia con el Sr. Obispo, Don Manuel asumió el reto y la Comisión se comprometió a colaborar en la publicación del trabajo que resultare. Y he aquí que hoy se presenta la obra “La persecución Religiosa en la Provincia de Jaén, 1936-1939”. El Ilmo. Sr. Deán, Don Francisco Juan Martínez Rojas, presentó justa y magistralmente a Don Manuel López Pérez y este al hacer la presentación del libro nos dio una conferencia de muchos quilates, como él acostumbra.
Ya en la mañana del día 18, en la clausura del Año Sacerdotal, en el Seminario, mañana de intensas vivencias sacerdotales, se les había dado a conocer a los sacerdotes y se les ha entregado un ejemplar de la obra. Parecía como coincidencia, en la que podíamos percibir la llamada del Señor… Porque en la Clausura del Año Sacerdotal en que se nos ha invitado a vivir la fidelidad de Cristo y se nos ha pedido a los sacerdotes nuestra fidelidad a Él, en bien del Pueblo de Dios… en este día, el clero y el pueblo de Jaén encontrábamos un instrumento valiosísimo, cual es el libro presentado… pues que se nos pide ser santos… aquí vamos a encontrar ejemplos de santidad de religiosos, sacerdotes y seglares.
Encontraréis en esta obra la objetividad de los datos, documentación contrastada y el relato estricto de los hechos; a través de ello veréis la vida de la Iglesia en Jaén en tiempos dolorosos, tiempos de persecución y, a la vez tiempos de testimonio, de fidelidad y amor a su Señor. Veréis nombres de sacerdotes que nos son familiares, como párrocos, coadjutores, capellanes… de esta Parroquia, aquel Convento, este pueblo o aquél otro. Veréis al Obispo Manuel Basulto, los frailes de la Merced, Sacerdotes del Cabildo Catedralicio, religiosos, seminaristas, seglares… Eran buenos sacerdote y buenos cristianos, tanto que si indagáis sobre sus vidas, tal vez lleguéis a la conclusión a la que llegó el Dr. Antonio Montero, arzobispo Emérito de Mérida-Badajoz: “después de estudiar los antecedentes personales de las víctimas de la persecución descubrí que no pocos merecerían ser beatificados, aunque no hubieran padecido el martirio”.
En este libro encontraremos hombres y mujeres, sacerdotes, religiosos y laicos a los que se les ofreció la alternativa de apostatar, faltar a sus compromisos con Dios y con los hermanos, y de no hacerlo, morir; sabían que si lo hacían se salvaban, que podía librarse… pero no hubo ni una sola defección. Hubo fidelidad exquisita a Cristo, perdón y hasta delicadeza con los que les asesinaban; pero es más, si alguna vida de aquellos pudiera haber sido vulgar, ciertamente que ninguna muerte de aquellas fue vulgar: hubo valentía, ánimo, cantos de alabanza a Dios, arrepentimiento de los propios pecados, generosidad para cambiarse por otros… hubo fe, esperanza y amor, hubo perdón y recomendación de perdón y que no hubiera venganza… Y es que se derramó y sobreabundó la Gracia, porque, bien lo sabemos, el martirio es una gracia singular de Dios, primero para los afortunados que lo padecieron y luego para la Iglesia y la sociedad.
El Papa Juan Pablo II puso claramente de relieve cómo el S. XX fue siglo de martirio; él mismo beatificó a tantos mártires de la historia reciente y en la Tertio Millenio Adveniente nos dijo: “es preciso que las Iglesias locales hagan todo lo posible por no perder el recuerdo de quienes han sufrido el martirio, recogiendo para ello la documentación necesaria” y S. S. Benedicto XVI, recordando que la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos, augura un nuevo florecimiento de la Iglesia, allí donde más ha sufrido por la fe y por el testimonio del Evangelio.
Nuestra Diócesis de Jaén dispone, desde hoy, de un vademécum donde encontrar referencias de tantos testigos de la fe, que derramaron su sangre en nuestra tierra, unos ya reconocidos, otros en espera y otros sobre los que todavía trabajamos, como nos ha encargado el Sr. Obispo a un grupo de sacerdotes: Tomar testimonios sobre presuntos mártires con la finalidad de un posible proceso de canonización, además del ya incoado sobre “Mons. Basulto y compañeros mártires”. Sólo si se conocen estos testimonios y llegan a calar en el pueblo cristiano, podrán producir los efectos de aquella rica sementera. Pienso en la necesidad de ejemplos para nuestro Presbiterio y nuestro Seminario, ante la escasez de vocaciones y cómo el testimonio de tantos sacerdotes y el de seminaristas, por ejemplo el Siervo de Dios Manuel Aranda, podrían hacer tanto.
Consideremos que estos hermanos y hermanas son gozo y alegría de la Iglesia de Jaén, ellos se unen como aderezos de brillantes en la bella corona que la adorna, son muchos los santos nacidos en su seno, y cuya última perla es el Beato Manuel Lozano Garrido –Lolo.
Antonio Aranda Calvo
Presidente Comisión Causas de Santos.