28 reclusos del centro penitenciario de Jaén son confirmados por el Sr. Obispo
30 junio de 2014 El pasado 27 de junio por quinto año el Sr. Obispo celebró el sacramento de la Confirmación en la prisión de Jaén.
Es esta ocasión fueron 26 chicos y 2 chicas. La crónica podría ser tan lacónica como la breve reseña que acabas de leer y que se puede repetir, variando la fecha, el lugar y el número, para cualquiera de las confirmaciones que se han celebrado en nuestra diócesis a lo largo del año.
Con el fin de que podáis entrar en la grandeza de lo que allí se celebró os copio trozos de cartas sin firma que escribieron los confirmandos en los que aparece el perfil de la mayoría y las motivaciones. Lo que son trascripciones literales de conversaciones con ellos va en letra cursiva y en rojo
Las edades comprendían desde los 20 años a los 59; la mayoría provienen de parroquias de nuestra diócesis de Jaén, pero también los hay de otros puntos de Andalucía, Ciudad Real, Murcia, Alicante, incluso de Italia, Ecuador y Colombia; uno de ellos recibió por primera vez la comunión el Jueves Santo de mano del Sr. Obispo, y otro la ha recibido el pasado día del Corpus. Los padrinos son elegidos entre los voluntarios de Pastoral Penitenciaria
El lugar que la formación cristiana, recibida en su infancia por parte de la familia, juega en el momento actual de sus vidas aparece en algunos casos “desde que ingresé en la cárcel he vuelto a encontrar al Señor que lo tenía olvidado cuando estaba fuera…porque vengo de una familia muy católica y practicante, pero mi camino se torció. Espero volver a tener la vida que tenía antes…”. “vengo de una familia humilde y trabajadora. Mis orígenes son cristianos, me bautice, hice la 1ª comunión y ahora quiero confirmarme”. Los padres que leáis estos párrafos pensad que no fue en vano vuestro trabajo con ellos, aunque en algún momento os pareciera que se había perdido, ahora vuelve a brotar la semilla que sembrasteis.
Al comenzar la homilía el Sr. Obispo se refirió a unas cartas personales que cada confirmando le había enviado, pidiéndole que viniera a confirmarlos, presentándose y exponiéndole las razones por las que solicitaban la confirmación. Les agradeció sus escritos: Las he leído cada una dos veces, le mandé en respuesta una carta al capellán para que os la leyera, como no le ha llegado con tiempo, os la leeré como homilía”. En ese momento él mismo Sr. Obispo se sacó del bolsillo el original, escrito de su puño y letra, era una cuartilla con varios dobleces y comenzó su lectura.
Muchos de los confirmados ofrecieron en unas bandejas fotos de sus familias, se las ofrecían a Dios para que él las cuide mientras ellos están ausentes, otro interno ofreció el impreso de su primer permiso, otro presentó el diploma de uno de los cursos que ha terminado este año, también se ofrecieron unas cadenas rotas que la imagen de Ntra. Sra. de la Merced de Capellanía lleva en sus manos… ¡Había tanta vida en aquellas ofrendas! ¡Tantos deseos de cambiar sus vidas! “Crecí con unos valores cristianos pero cambié y me metí en el mundo de la droga. Ahora he encontrado la fuerza suficiente para luchar por lo que quiero.”