168 sacerdotes en la Misa Crismal en la que el Sr. Obispo lee una Carta de apoyo al Papa

30 marzo de 2010

Misa Crismal          Un total de 168 sacerdotes de la diócesis de Jaén han participado en la Misa Crismal el Martes Santo 30 de marzo de 2010. Como cada año decenas de presbíteros han concelebrado en esta Misa en que los sacerdotes renuevan las promesas sacerdotales y en la que se bendicen los santos óleos que posteriormente se reparten por todas las Parroquias de la Diócesis para la celebración de los sacramentos: bautismo, confirmación, unción de enfermos y orden sacerdotal.
          En la homilía el Sr. Obispo ha invitado a los sacerdotes a vivir con pasión su ministerio, sin medias tintas y no huyendo de responsabilidades, como respuesta a la secularización, al desaliento, a la crítica y hasta la calumnia: "En este día, juntos, renovamos nuestros compromisos e ilusiones sacerdotales. Los que tenemos más años sabemos que la vida del sacerdote no es siempre un mar tranquilo y placentero, sino más bien lo contrario. Una y otra vez aparecen las olas de la incomprensión, los fracasos personales, el desaliento, la crítica y hasta la calumnia. Sufrimos todos el zarpazo progresivo de la secularización, difamación a nuestro ministerio, el empeño constante por desprestigiar al sacerdote…"
          Al finalizar la eucaristía, el Sr. Obispo ha dado lectura a una Carta personal que ha dirigido al Papa. En ella Don Ramón del Hoyo ha expresando al Santo Padre su dolor y repulsa por la campaña difamatoria e injusta desencadenada en estas fechas contra su Persona, y ha pedido que se ofrezca en todas las Iglesias y Comunidades de esta Diócesis la Hora Santa ante el Monumento (Jueves Santo) por las intenciones del Papa como signo de apoyo incondicional a Su Santidad.


          En la homilía el Sr. Obispo ha invitado a los sacerdotes a vivir con pasión su ministerio, sin medias tintas y no huyendo de responsabilidades, como respuesta a la secularización, al desaliento, a la crítica y hasta la calumnia:
          "En este día, juntos, renovamos nuestros compromisos e ilusiones sacerdotales. Los que tenemos más años sabemos que la vida del sacerdote no es siempre un mar tranquilo y placentero, sino más bien lo contrario. Una y otra vez aparecen las olas de la incomprensión, los fracasos personales, el desaliento, la crítica y hasta la calumnia. Sufrimos todos el zarpazo progresivo de la secularización, difamación a nuestro ministerio, el empeño constante por desprestigiar al sacerdote.
 
          ¡Cómo se me va a ocurrir pensar en ser sacerdote!, decía no hace mucho un joven, “si no les quiere nadie”. Ha penetrado en el entramado social, ciertamente, un sentido muy acusado de su irrelevancia e insignificancia, de su no necesidad para nadie o para muy pocos.
 
          Somos también testigos de la deserción de no pocos cristianos en nuestras comunidades y observamos, con dolor, que no acertamos a que germine la semilla en los corazones, como deseamos e intentamos.
 
          Por todo ello, con más fuerza y esperanza que nunca, debemos caminar, cada día que amanece, íntimamente unidos a quien nos llamó y de quien nos fiamos por completo. Es la hora de la fidelidad: “Fidelidad a Cristo y fidelidad del sacerdote”. Es el lema que con sumo acierto, nos proponía Benedicto XVI a los sacerdotes como de permanente reflexión en este año.
 
          Es hora de saber esperar, de entregarnos con máximo empeño al ministerio; de actualizar y revisar nuestro espíritu misionero; de ser testigos sencillos y transparentes de Jesucristo; de celebrar la Eucaristía cada día con más amor, preparación y acción de gracias; de pasar largos ratos mirando al Sagrario; de caminar con alegría en el corazón, pase lo que pase; de esperar en el confesonario; de buscar con más ahínco vocaciones sacerdotales; de visitar a los enfermos, acompañar al que sufre, acoger a todos los que se acerquen a nosotros…
 
          Es la hora también de acrecentar con hechos y respuestas la cercanía y comunión entre nosotros, desde la íntima fraternidad sacramental que nos mueve a querernos y apoyarnos con cariño humano y sobrenatural. Somos verdadera familia.
 Para que nuestro sacerdocio nos llene por completo y nos haga felices no hay otro camino que vivirlo con pasión, sin medias tintas y no huyendo de responsabilidades. Quien regatea esfuerzos, quien vive para sus comodidades y egoísmos, no puede ser feliz. ¿Cómo va a contagiar alegría y felicidad para que otros le sigan?"

Compartir:

OTRAS NOTICIAS

Clero
Los sacerdotes africanos de la Diócesis se reúnen en la Casa de la Iglesia

Los sacerdotes africanos de la Diócesis se reúnen en la Casa de la Iglesia

El pasado viernes, 22 de noviembre, se celebró en la Casa de la Iglesia una reunión, organizada por la Delegación para el Clero, con los sacerdotes africanos que desempeñan su ministerio pastoral en nuestra Diócesis. El encuentro tuvo como objetivo principal fortalecer los lazos de fraternidad entre ellos y conocer de cerca su situación personal, pastoral y académica.
“Volvamos con el Señor a Galilea”, invitación del Vicario General a los sacerdotes asistentes en los  Ejercicios Espirituales en La Yedra

“Volvamos con el Señor a Galilea”, invitación del Vicario General a los sacerdotes asistentes en los  Ejercicios Espirituales en La Yedra

Trece sacerdotes diocesanos han asistido, la pasada semana a la primera tanda de Ejercicios Espirituales para el Clero organizados por la Delegación diocesana que dirige D. Raúl Contreras. En este caso, han estado dirigidos por D. Miguel Ángel Arribas, sacerdote diocesano que, aunque segoviano de cuna, pertenece al presbiterio de la Archidiócesis de Madrid.
La Iglesia de Jaén recuerda y pide por el alma de los sacerdotes difuntos

La Iglesia de Jaén recuerda y pide por el alma de los sacerdotes difuntos

El Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de Jaén ha acogido una Eucaristía de sufragio por el alma de los sacerdotes difuntos en los últimos 12 meses. Una celebración presidida por el Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, y que han concelebrado una veintena de sacerdotes de la Diócesis, además del Provicario General y el Delegado del Clero.
Este viernes, la Iglesia de Jaén reza por el alma de los sacerdotes difuntos

Este viernes, la Iglesia de Jaén reza por el alma de los sacerdotes difuntos

Como es tradición cada año, el viernes más próximo a la fiesta de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, la Iglesia de Jaén ofrecerá una misa por el alma de los sacerdotes difuntos del último año. Un funeral que este año tendrá lugar mañana viernes, 8 de noviembre, a las 13 horas en el templo de El Sagrario.
© 2022 Diócesis de Jaén
Accesibilidad
logo