Monseñor Chico Martínez preside la octava del Corpus Christi en Baeza
29 junio de 2022La S.I. Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza, acogió durante dos semanas, los cultos y actos en honor a Jesús Sacramentado, los cuales culminaron en la noche del 26 de junio, con la celebración de la octava del Corpus Christi.
Una vez más, Baeza, cual ciudad del Corpus Christi, inclinó sus rodillas ante el amor de los amores, manifestándose así, el sentir eucarístico de las gentes de esta ciudad, quienes cual discípulos del Maestro Ávila, mantienen viva generación tras generación, el culto a Jesús Sacramentado, como lo son la sección baezana de Tarsicios, quienes este año, cumplen su primer centenario fundacional.
Durante ocho días, los Ilustres Canónicos y sacerdotes diocesanos, han proclamado el amor de Dios desde la sagrada cátedra, celebrando con devoción el Santo Sacrificio y realizando procesión de S.D.M. por las naves del templo.
Don Sebastián Chico Martínez, Obispo de Jaén, volvería al templo mayor de la ciudad, para presidir la Octava del Corpus Christi en una celebración en la que estuvieron presentes los movimientos eucarísticos con sus banderas e insignias, así como autoridades políticas, civiles y religiosas de la ciudad.
En su homilía, el Prelado jienense, profundizó en las lecturas del día, haciendo especial énfasis en la segunda lectura, invitando a los presentes a ser cristianos de verdad, dejando las comodidades a un lado. Manifestó su compromiso y el de la iglesia a favor siempre de la vida, culminando sus palabras, con una reflexión eucarística, donde puso en valor el amor de Dios al mundo.
Fue una celebración hermosa, donde los jóvenes participaron en la liturgia de la misma. La capilla musical, correría a cargo del coro y orquesta MusicAlma de la vecina Linares, bajo la dirección de D. José Gregorio Trujillo Paredes.
Se prolongaría el Santo Sacrificio de la Santa Misa, con la exposición del Santísimo Sacramento y la procesión de Jesús Sacramentado en su magna custodia procesional por las naves y claustro del templo. El guion, recorrería con solemnidad el engalanado templo, donde los corazones vibraron ante el paso del Señor, en un hermoso anochecer, entre repiques de campanas y cantos de siempre. Finalizó la celebración, con la bendición y reserva eucarística.
José García Checa
Baeza