XXV Años de «Villa Paz» en el Centenillo
15 octubre de 2009 Al inicio de un nuevo curso, en septiembre, se ha celebrado en El Centenillo el XXV Aniversario de “Villa Paz”.
El movimiento eclesial “Oasis” llegó a este maravilloso lugar en el año 1984 y puso su mirada en esta villa de paz que fue la antigua “Casa Dirección” de la mina, atraídos por la paz del lugar y por la bella naturaleza con la que el Creador adornaba estos paisajes andaluces.
Si desde antiguo las entrañas de la tierra proporcionaron plomo dando vida a muchas familias, “Villa Paz” a lo largo de estos años ha sido un rico filón que ha dado vida en plenitud a la gran cantidad de niños, jóvenes, matrimonios que han pasado por allí así como a la comunidad que integra el pueblo.
Más de dos centenares de personas se han reunido, llegados de diversos puntos de la geografía jiennense y española para vivir un encuentro festivo y para celebrar lo que se ha vivido y tanto como se ha recibido. Intercambio de experiencias, celebración de agradecimiento, convivencia fraterna, comidas compartidas y eucaristía de acción de gracias han sido los contenidos de estos días. Han querido celebrar la realidad de los veinticinco años mirando al pasado, celebrando el recuerdo, los servicios prestados, el bien que se ha hecho, la reconstrucción del templo parroquial etc; igualmente se ha mirado al presente gozando con alegría de la unión, de los dones recibidos, de los grupos de niños y jóvenes que se han formado, de los matrimonios que han fortalecido su vida conyugal y familiar, de la labor realizada en el pueblo así como de las vocaciones surgidas tanto a la vida sacerdotal como a la vida religiosa; y también se ha reflexionado sobre el futuro planteando qué hay que corregir, qué se debe hacer, cómo prever el seguimiento…
Dios se ha valido para esta gran misión de un grupo de personas buenas. El párroco D. Elicio Martínez, “Elicio” para todos, y la hermana Soledad, “Sole”, han sido los pilares fundamentales de esta inmensa obra. Alegres, cariñosos, acogedores, trabajadores incansables, sencillos, humildes, atentos a tantas realidades tan diversas han respondido con gran generosidad a la llamada del Señor. Como María con su “sí” han sido un don para esta casa enclavada en plena Sierra Morena que atienden con tanta entrega; del mismo modo han sabido ir formando una gran familia en torno a Villa Paz de la que hay que destacar un grupo de buenos colaboradores que viviendo el espíritu de Oasis están al servicio de esta Asociación.
Es de desear un próspero futuro a este faro de “Luz” que en medio de estos parajes serranos es “Villa Paz”, que siga siendo una ayuda para vivir una auténtica vida cristiana -como indicaba Elicio en la homilía- cuyas dimensiones esenciales son el Amor y la Verdad siguiendo a Benedicto XVI en su ultima encíclica. Agradecidos por el bien que han hecho al pueblo y a cuantos han pasado por allí pidamos al Señor por medio de su Madre, la Virgen, que esta casa siga irradiando paz, luz y amor en medio de esta sociedad.
Pedro F. Criado Menor