Mayores, enfermos e impedidos ponen sus sufrimientos y oraciones a los pies de la Virgen de la Cabeza, en la Peregrinación Blanca
14 octubre de 2024En la mañana de ayer, domingo 13 de octubre, tuvo lugar en la Basílica Santuario de la Virgen de la Cabeza la tradicional Peregrinación Blanca, en la que mayores, enfermos e impedidos son los protagonistas.
La Santa Misa, que comenzaba a las 11 horas, estuvo presidida por nuestro Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, y concelebrada por la Comunidad de Padres Trinitarios del Santuario y el Secretario particular del Obispo, D. Francisco Javier Cova.
Asimismo, la celebración eucarística ha contado con la colaboración y coordinación de la Real e Ilustre Cofradía Matriz, cuyos miembros han participado activamente en la proclamación de las lecturas y en la presentación de las ofrendas. Del mismo modo, estuvo acompañada musicalmente por la “Rondalla de Mayores” de Andújar.
En su homilía el Prelado quiso dirigirse, especialmente, a aquellos que, por su enfermedad, edad avanzada o dificultades, no pueden participar de las festividades habituales. En este sentido, subrayó la importancia de este momento especial, una celebración llena de consuelo y esperanza. “Es un momento entrañable, en este lugar sagrado, donde venimos a buscar consuelo, fuerza y esperanza a los pies de nuestra Madre celestial”. Y destacó que ellos son el corazón de esa peregrinación. “Cada uno de vosotros, con vuestras luchas y sufrimientos, sois el corazón de esta peregrinación. Hoy, en este momento de gracia, la Virgen os extiende sus brazos para ofreceros su amor maternal, su compañía, su consuelo y su intercesión ante Dios”.
Finalmente, Don Sebastián invitó a los allí presentes a poner sus sufrimientos y oraciones a los pies de la Virgen. “Que Ella os llene de su consuelo y de su paz, y que su intercesión os ayude a encontrar fuerzas para seguir adelante, confiando siempre en el amor de Dios. Que la Virgen de la Cabeza nos cuide y proteja, y que, a través de Ella, el Señor nos conceda la fortaleza para vivir nuestras vidas con fe, esperanza y amor”.
Al finalizar la Santa Misa, los mayores e impedidos han podido venerar la imagen de la Virgen de la Cabeza, pasado bajo su manto protector.