La santidad es el destino de todo aquel que sigue a Jesucristo, solemnidad de Todos los Santos
2 noviembre de 2023Noviembre comenzaba con la celebración de Todos los Santos, el día en el que la Iglesia recuerda a todos los que nos precedieron en el camino de la fe y que, conocidos o no, gozan ya de la presencia de Dios.
Por este motivo, la Catedral acogió una solemne celebración eucarística, participada por muchos fieles que quisieron honrar con su recuerdo y oración de los hombres y mujeres que, llevando una vida coherente al Evangelio, ahora podemos recurrir suplicándoles que hagan valer su influencia ante Dios en ayuda de nuestras necesidades.
El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez presidió la Santa Misa de 12 en el primer Templo de Jaén, en una celebración concelebrada por algunos canónigos; el Rector y formadores del Seminario, así como por su secretario particular, y participada por los seminaristas.
Homilía
En el día que a los cristianos se nos recuerda esa aspiración natural desde el bautismo a conquistar con nuestra vida el cielo, el Prelado jiennense reflexionó sobre el pasaje de las Bienaventuranzas. “Estas bienaventuranzas nos indican el camino hacia la santidad. Jesús nos enseña que los pobres de espíritu, los mansos, los que lloran, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz y aquellos que son perseguidos por causa de la justicia son bendecidos y llamados bienaventurados. Estas actitudes son el fundamento de una vida santa y nos llevan a un mayor encuentro con Dios. Pero, también, siguiendo este estilo de vida seremos testigos de la santidad en el mundo de hoy”, expresaba el Obispo.
En este sentido, Don Sebastián recordó que en la solemnidad de Todos los Santos “nos ayuda a reflexionar sobre lo que significa ser santo hoy: no significa ser inmaculado, sino ser auténtico en nuestra búsqueda de Dios; significa amar a nuestro prójimo, perdonar las ofensas, mostrar misericordia y compasión, y vivir una vida de fe y humildad. Los santos, a lo largo de la historia, nos muestran que la santidad es un camino de servicio desinteresado, de sacrificio y de vivir de acuerdo con los valores del Reino de Dios. Nos muestran en definitiva que la verdadera grandeza se encuentra en el servicio a los demás y en la búsqueda constante de Dios”.
Para finalizar, el Obispo quiso dar la clave para alcanzar día a día la santidad, “nuestras acciones, palabras y relaciones, tenemos la oportunidad de ser testigos de la santidad de Dios allí donde nos encontremos: ser “santos de la puerta de al lado”, llevando el amor de Cristo a nuestro mundo y siendo testigos de su gracia. La santidad se manifiesta en la forma en que amamos a nuestro prójimo, en cómo perdonamos, en cómo buscamos la justicia y en cómo vivimos la paz. Como dice el Papa Francisco: «La santidad es el rostro más bello de la Iglesia».
Santo Rostro
Como es tradición, durante la celebración de la Eucaristía de 9, se expuso el Santo Rostro. Se hace cada año en memoria al terremoto de Lisboa, que tuvo lugar un día como ayer, pero en el año 1755, sobre las 9:30 de la mañana, y cuyo temblor llegó también hasta la Catedral de Jaén, y pese a algunos desperfectos en el Templo, no tuvo consecuencias para los fieles que en ese momento participan en Misa. Desde entonces, cada 1 de noviembre, se da la bendición con el Santo Rostro, como recuerdo de aquel fatídico seísmo.