La Hospitalidad diocesana vive con mucha emoción su peregrinación a Lourdes
17 julio de 2023Hace ya unos días que regresamos de la peregrinación diocesana y aún siguen muy vivos los mismos sentimientos que teníamos en Lourdes.
Atrás han quedado tantas tardes de encuentros con grupos parroquiales, tantas reuniones de los responsables de la Hospitalidad, kilómetros en la carretera, convocatorias, celebraciones….
Un grupo humano que ha hecho su trabajo y que no le queda más que confiar en Dios y esperar, pero no sólo a que la gente se apunte al viaje, sino esperar que la experiencia de la misericordia llegue hasta la vida de aquellos que han decidido embarcarse unos días en un viaje maravilloso.
Cuando nos reuníamos en la Casa de la Iglesia de Jaén ya empezaron los contratiempos, el autobús adaptado llegaba con casi dos horas de retraso…con todo lo que eso significa, pero sabíamos que tenemos la capacidad de responder con los recursos que Dios nos ha dado y ante una adversidad, buscar soluciones y aprender para intentar que no se repitan, por lo menos lo que dependa de nosotros.
En el maletero del autobús junto a las maletas había un material sanitario bien completo, desfibrilador, oxígeno, medicamentos, un ambú…y algunas cosas más, sillas de ruedas…y arriba hermanos, que confiaban en nosotros.
María del Mar, como responsable de hospitalarios ya había adjudicado a cada uno a un hermano a quien cuidar y servir, y hasta los más jóvenes respondieron y de forma muy aceptable con efectividad y mucho cariño.
Las paradas en el viaje no son lo más importante, pero es verdad que celebrar la Eucaristía en la Basílica del Pilar y en el Santuario de Torreciudad fueron unos momentos verdaderamente entrañables.
Pero algo diferente fue lo que sentimos al llegar al accueil del santuario de Lourdes, el accueil es un edificio perfectamente adaptado para que las personas con movilidad reducida puedan residir estando en Lourdes, mientras el resto de peregrinos y hospitalarios se alojan en el hotel.
210 almas que mirando a María Inmaculada hemos experimentado emociones que nos transportan a una aproximación a lo que pudo vivir Santa Bernardita cuando María se dirigió a ella en la gruta de Masabielle.
Como todas las Hospitalidades recién llegadas, celebramos nuestra Misa de apertura y paso por la gruta con toda la peregrinación, fue como decir oficialmente que ya estábamos allí.
Por la noche participamos en la procesión de las antorchas que fue presidida por nuestro Obispo, Don Sebastián, rezando el rosario por la explanada viendo cómo la imagen es portada por miembros de nuestra hospitalidad, portando luces o simplemente participando en la organización sujetando una cuerda, nos hizo vibrar de emoción, viendo la cara de felicidad que todos teníamos y realmente ver entre tanto peregrino de tantas diócesis y países, a nuestro Obispo presidiéndola…nos llenaba de orgullo.
La presencia de Don Sebastián es algo vital para la Hospitalidad, porque la sostiene y anima y sabe alentar a todos para que este regalo de venir a Lourdes sea cada vez más extendido entre nuestros diocesanos, por eso saludaba personalmente a todos los que se acercaban especialmente a los enfermos y de una manera muy especial a los jóvenes con los que quiso tener una noche un encuentro sólo con ellos compartiendo un refresco y confidencias y dejándonos sorprender por cómo estaban viviendo esta experiencia, cómo respondían ante una llamada y con qué facilidad habían pasado de ser coincidentes en una peregrinación a ser amigos unidos por la fe.
Quiso conocer las instalaciones del Accueil y compartir desayuno con los residentes y esto lo acercó a todos pero si hay que mencionar algo, diríamos que el cómo se ha vivido las celebraciones ha sido lo que más nos ha tocado el corazón, la celebración penitencial y unción de los enfermos, el vía crucis, la Eucaristía en la gruta pero sobre todo el gesto del agua que inicialmente era el más sencillo pero que llegó a ser donde se desbordaron todos los sentimiento y agradecimientos.
Ya podemos decir que la Hospitalidad Diocesana ha peregrinado a Lourdes, porque estaba el equipo completo, peregrinos, hospitalarios, enfermos y el Obispo, si falta alguno la peregrinación iría pobre.
Quiero destacar el trabajo callado y humilde de un grupo de personas a las que quiero agradecer como consiliario sus desvelos.
Quiero que las conozcáis bien, Seba es nuestro secretario, incansablemente ha estado organizando toda la logística de la peregrinación, distribución en hoteles, autobús, comunicación directa con el santuario y solventando todo problema que iba surgiendo, así como supervisión de salas, capillas y resto de instalaciones en Lourdes.
Carmen responsable de los sanitarios y reparto de sus tareas, conocimiento de enfermos y tratamientos, búsqueda y organización de materiales, así como apoyo para Seba.
Responsables de zona que han sido responsables de cada autobús, María del Mar en Alcalá y sanitaria, Ana en Begíjar, Bea en Martos, María del Mar en Jaén y a la vez responsable de hospitalarios y sus tareas, Jesús en Mengíbar y subdelegado de pastoral de la salud, Manuel David como responsable de los jóvenes y sus manos en Lourdes María Dolores y Domingo y una presidenta y vicepresidenta, Porfi y Pilar que desde la humildad pero desde la efectividad han conseguido hacer equipo compacto y lleno de ilusión.
Os dejamos muchas fotografías…difícil quitar algunas…mirad qué bien nos ha tratado la Virgen.
Joaquín Rafael Robles Medina
Delegado Pastoral Salud y Consiliario de la Hospitalidad