El Obispo bendice el primer columbario parroquial de la provincia Jaén
29 octubre de 2013
El pasado domingo 27 de octubre, por la tarde, el Obispo de Jaén bendijo el columbario parroquial de San Pedro Poveda de Jaén, el primer columbario dentro de unas instalaciones parroquiales en la provincia de Jaén.
El acto comenzó en el interior de la iglesia, donde la comunidad de fieles -más de un centenar- estaba reunida. Desde allí se inició una procesión hacia el Columbario, expresando así precisamente que se trata de un «lugar» de término de los cristianos en su peregrinación en la iglesia terrena…
En la monición introductoria, el Obispo explicó que la palabra «parroquia» significa precisamente «pueblo en peregrinación» hacia el hogar de su definitivo descanso. Por eso, la Iglesia entiende el Columbario como un lugar sagrado, signo y proclamación de la esperanza en la resurrección a la vida eterna con Dios, y cree que es necesaria su bendición. En este sentido, en clave de fe, la muerte no es más que el tránsito para llegar al término de una peregrinación que acaba junto al Señor y la asamblea reunida ante él.
Al llegar al Columbario, las familias de los cuatro fieles cuyas cenizas se iban a depositar colocaron las urnas de sus seres queridos en una mesa preparada a modo de altar. Tras proclamarse el Evangelio de la pasión, muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo, Don Ramón del Hoyo explicó la importancia de depositar las cenizas de los seres queridos en un lugar bendecido y recordó la doctrina de la Iglesia:
«No es conforme a las disposiciones canónicas de la Iglesia ni a la sensibilidad cristiana el conservar las cenizas de los difuntos en los domicilios particulares, esparcidos en el mar, en los campos o en las montañas, o incluso sepultados en lugares distintos a los cementerios o columbarios, porque en estos lugares se expresa mejor la esperanza compartida de la resurrección de la carne y la vida eterna. La tradición cristiana tiene una preferencia por la custodia de los restos humanos, también de las cenizas, en lugares bendecidos, significando la pertenencia del difunto cristiano a la comunidad eclesial».
Tras la oración de bendición, el Obispo incensó los iconos sagrados y asperjó con agua bendita el recinto entero y a los fieles presentes.
El momento más emotivo llegó cuando los familiares entregaron las cenizas de sus seres queridos al Párroco Julio Segurado Cobos para que las depositara en los huecos del columbario. Las escenas de despedida, los cantos sentidos y la emoción contenida de los fieles presentes impactó a todos los asistentes que intuyeron que estaban viviendo un momento especial e imborrable.
Antes de la bendición del Obispo, el Párroco explicó brevemente el proyecto, las pinturas y las etapas de la construcción, agradeciendo a todas las personas y empresas que lo han hecho posible.
Cada vez es más frecuente la práctica de incinerar los cadáveres. De ahí que la Parroquia de San Pedro Poveda se haya planteado la necesidad de prestar este servicio que cuenta con evidentes ventajas:
-Las familias que lo deseen podrán dejar descansar a sus seres queridos en un lugar sagrado, junto a la Iglesia Parroquial en la que ha vivido su fe y ha participado en los sacramentos.
-Esta iniciativa facilita la visita de los de los seres queridos, pues podremos acercarnos a rezar por ellos cualquier día del año, antes o después de Misa, antes o después de la catequesis.
-Con su ofrenda, las familias podrán colaborar en la construcción y en el mantenimiento de la Parroquia de San Pedro Poveda.
Julio Segurado Cobos, Párroco de San Pedro Poveda