El Instituto San Eufrasio comienza con esperanza el nuevo curso
5 octubre de 2024En la mañana de este sábado, 5 de octubre de 2024, día en el que la Iglesia católica celebra la témporas de acción de gracias, el Instituto Teológico San Eufrasio ha inaugurado el nuevo curso 2024-2025 bajo las premisas del discipulado, la esperanza y la sinodalidad. Un día para dar las gracias por los frutos del curso pasado y pedir para que éste, que está por comenzar sea para alumnos, profesores y personal no docente, una oportunidad de encontrar, a través de la formación, la presencia viva de Jesucristo.
Junto con el Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez; el Director del ITSE, D. José Antonio Sánchez Ortiz; el Vicario Gral., D. Juan Ignacio Damas, han querido concelebrar la Eucaristía un número importante de profesores de este Instituto Teológico, así como otros sacerdotes diocesanos, así como un profesor representante de la Facultad de Teología de Granada.
Autoridades, entre las que se encontraban el D. Francisco Javier Carazo, Delegado de Justicia de la Junta de Andalucía; D. José Luis Hidalgo, Diputado de Servicios Municipales de la Excma. Diputación de Jaén; Dª Esperanza Pérez Espino, Presidenta de la Sección Tercera, jurisdicción penal de la Audiencia Provincial de Jaén; Dª Ana Belén Romero Iglesias, Vocal de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de Procuradores; D. Evaristo Jaime Gutiérrez del Castillo, coronel Subdelegado de Defensa en Jaén, así como el Presidente de la Agrupación de Cofradías y Hermandades de Jaén, D. Francisco Sierra.
Los seminaristas, así como los alumnos que forman parte del ITSE a través de la formación en Teología o en las distintas Aulas y Escuelas que se imparten cada curso han querido reunirse en torno a la mesa del altar en una celebración, en la que las lecturas han estado participadas por estudiantes y seminaristas y el Evangelio proclamado por el Director del Instituto.
Al concluir la homilía, el profesor de Sagradas Escrituras, D. Antonio Guerrero Quesada, ha jurado su nuevo cargo como docente de este centro de estudios, después de su paso por Roma.
Tras la celebración ha comenzado la sesión académica. La primera intervención ha sido la del Director del Instituto, D. José Antonio Sánchez Ortiz. “El Instituto Teológico San Eufrasio es un centro de estudios “en salida”, porque así quiere el papa Francisco que se comprenda la Iglesia del momento presente. Esa es la clave eclesiológica del Santo Padre y ese es, por consiguiente, nuestro objetivo también como institución eclesial: estar “salida”. Es decir, estar abiertos a todos y a todas las necesidades o retos que se nos puedan plantear”, ha expresado, para después recordar que el centro está “abierto a todos, de modo especial a los laicos de nuestra diócesis, para que encuentren aquí el lugar donde puedan crecer cristianamente, cada uno desde sus posibilidades e inquietudes. Por eso, el abanico formativo del Instituto es tan amplio en contenidos, niveles y modalidades”.
A continuación, el profesor D. Antonio Robles Gómez, en nombre del Jefe de Estudios, ha leído pormenorizadamente la Memoria de Actividades del curso 2023-2024.
Al término, ha tenido lugar la lección inaugural, que este año ha estado a cargo del vicedirector del ITSE, sacerdote y filosofo, D. Juan Jesús Cañete Olmedo. Su profunda disertación ha sido sobre la obra y el pensamiento del teólogo francés, Teilhard de Chardin, del quien ha resaltado la importancia de su pensamiento en su tiempo y su actualidad en este tiempo. Un texto que ha sido repartido al concluir la ceremonia a los presentes.
Antes de las palabras del Obispo con las que se ha dado por inaugurado el curso, el Prelado ha hecho entrega a los alumnos de la I Escuela Cofrade de un título que acredita esa formación específica sobre la piedad popular, que este año continúa, además con un segundo curso formativo.
Intervención del Obispo
Don Sebastián ha cerrado el acto con una intervención en la que sembrar en el corazón de seminaristas y alumnos esperanza para el nuevo curso. “El futuro es apasionante y podemos construirlo juntos. Quiero comenzar así mis palabras en la apertura de este curso académico, porque este Instituto Teológico, que comenzó sus pasos hace apenas dos años, en marzo de 2022, se ha convertido en muy poco tiempo en seña de identidad de nuestra Iglesia, que cuenta con laicos comprometidos y convencidos de que solo se puede amar aquello que se conoce, aquello que se comprende, aquello que se trabaja y aquello que se estudia. Y cada vez son más, sois más los que participáis de la formación reglada, actual y necesaria para los cristianos que desde aquí se imparte. Un aspecto clave en el camino discipular que este año hemos emprendido como Iglesia particular del Santo Reino”.
A continuación, el Prelado jiennense ha subrayado los tres pilares sobres los que se apoyará el nuevo curso: esperanza, discipulado y sinodalidad, para enfatizar que, también, estos aspectos, deben vivirse desde las aulas. “Este curso nuevo e ilusionante nace, también, con la vocación de ser esperanza para muchos, porque el mundo entero está llamado a celebrar el 2025 aniversario del hecho trascendental más importante para el hombre: Dios entra en nuestra historia, para siendo uno como nosotros, ofrecernos la verdadera esperanza, la de una vida eterna. Es momento, también de caminar juntos en ese Jubileo que la Iglesia prepara y que en nuestra Diócesis también celebraremos con verdadera vocación de universalidad, esperanza y servicio”.
Al igual que ha recordado las nuevas formaciones que este curso se van a impartir desde este centro, y que vienen a formar a los laicos desde distintos ámbitos: “Este año, ofrecemos otros espacios de formación que completen los que ya tenemos. Como son la Escuela de Teología, que nace con la vocación de ampliar aquellos conocimientos de los que ya han cursado la Escuela de Fundamentos. El Aula del Menor, para dotar de herramientas actuales a los agentes pastorales que trabajan, cuidan y forman a los favoritos del Señor, a nuestros niños y niñas, a nuestro futuro, para que lo hagan con los instrumentos necesarios para nuestra realidad actual. O el segundo curso para la Escuela Cofrade, que quiere seguir cuidando, apostando y formando a aquellos que están implicados en la vida pastoral y comunitaria a través del gran tesoro que es para nosotros la piedad popular: nuestras cofradías y hermandades.
Poniendo el curso bajo la advocación de María, primera discípula y “trono de sabiduría” ha concluido el acto académico. Después, se ha servido un aperitivo en las galerías de la Casa de la Iglesia.