DELEGACIÓN PARA EL CLERO

CONOCE LA DELEGACIÓN

La Delegación para el Clero ayudará al Obispo, a los Vicarios y a los Arciprestes en el fomento de la comunión sacerdotal del presbiterio diocesano, así como en la atención y seguimiento de las necesidades espirituales y materiales de los presbíteros y diáconos de la Diócesis.

Las tareas de esta Delegación son las siguientes:

  1. Cuidar la atención personal a los sacerdotes diocesanos o residentes en la Diócesis y diáconos permanentes haciendo un seguimiento especial a los sacerdotes con menos de cinco años de ordenación y a los mayores o enfermos.
  2. Organizar, siguiendo las orientaciones de la Comisión para el servicio de la Formación Permanente del Clero, encuentros formativos procurando que los presbíteros y diáconos crezcan en el don recibido por la ordenación según la dimensión humana y espiritual, intelectual y pastoral.
  3. Elaborar un Plan de Animación para la Formación Permanente con criterios pedagógicos, con objetivos y medios y con una propuesta sistemática, evitando que quede reducido a una lista de temas. Dicho plan deberá responder a una formación general de todo el presbiterio y a la vez a un trabajo por etapas enmarcadas por edades:
    clero Joven (los diez primeros años del ministerio, Independientemente de la edad biológica)
    – clero intermedio (de los 35 a 59 años de edad)
    – clero veterano (de los 60 a los 75 años)
    – clero mayor (de los 75 años en adelante, iniciándose con la aceptación de la renuncia a los oficios pastorales fundamentales) .
  4. Acompañar la vida de cada uno de los presbíteros y diáconos permanentes estando muy atento a los problemas de cualquier índole: material, personal, de enfermedad, espiritual…
  5. Organizar los Ejercicios y retiros espirituales para el clero: directores, lugares, fechas etc., manteniendo a la vez un servicio de Información y orientación sobre: retiros, ejercicios espirituales, conferencias y cursos formativos celebrados en otras diócesis de España.
  6. Procurar los medios comunitarios generales para fomentar la formación permanente del Clero, entre los que ocupa un lugar privilegiado Formación Permanente Pastoral, los retiros sacerdotales (especialmente en los tiempos litúrgico fuertes), la Misa Crismal, la Fiesta de San Juan de Avila (en la que se celebrarán los aniversarios sacerdotales), otros encuentros y convocatorias con sacerdotes (tales como encuentro con sacerdotes que han recibido un nuevo destino pastoral, encuentros sacerdotales por servicios pastorales,
    etc.).
  7. Organizar conferencias, mesas redondas, cursillos y otras actividades que ayuden a la formación permanente del clero.
  8. Coordinar con el Instituto Teológico San Eufrasia y poner al servicio de la formación del clero aquellas Iniciativas teológicas que el Instituto pudiera tener.
  9. Procurar una comunicación continua con los sacerdotes misioneros, en actuación coordinada con la Delegación de Misiones.
  10. Mantener especial relación y colaboración con la Delegación de pastoral vocacional.
  11. Atender en actitud fraterna a los sacerdotes que han dejado el ministerio.
  12. Acompañar a los sacerdotes en etapa de estudios. Junto al delegado un sacerdote realizará el acompañamiento de los sacerdotes diocesanos en etapa de estudios y los sacerdotes extranjeros. Se mantendrá comunicación con ellos y con las Facultades de teología, a fin de facilitar lo mejor posible el estudio y formación de estos sacerdotes, así como sus condiciones de vida y desarrollo del ministerio.
  13. Acompañamiento de sacerdotes en misión y sacerdotes residentes fuera de la diócesis. Un sacerdote ayudará al delegado a establecer contacto periódico los sacerdotes en misión y con los sacerdotes residentes fuera de la diócesis, de forma que sientan la cercanía del presbiterio. Animará su contacto con el presbiterio y, según sea conveniente, hará lo posible por visibilizarlos en las diferentes redes sociales y medios de comunicación de la diócesis, de forma que se fortalezca su comunión con el presbiterio diocesano.

La tarea confiada a la Delegación para el Clero implica diferentes áreas, al frente de las cuales el delegado dispondrá del apoyo de sus coordinadores o directores.

  1. Equipo de la delegación para la pastoral y acompañamiento para
    sacerdotes por edades y situaciones. Compuesto por sacerdotes de las diferentes etapas de la vida ministerial, se reunirá periódicamente para ayudar al Delegado en la programación de las reuniones sacerdotales propias de cada una de estas etapas y cuidarán de que la delegación atienda a los sacerdotes que precisen una solicitud personalizada, especialmente sacerdotes enfermos, en crisis o con dificultades.
  2. Comisión de la Casa Sacerdotal. Será nombrada por el Obispo y se rige por sus propios Estatutos. Este equipo velará por el correcto funcionamiento de la Casa diocesana Sacerdotal, cuidando la atención humana y sanitaria de los sacerdotes, así como su atención espiritual.
    3. Comisión para los Encuentros de Formación Permanente Pastoral del clero. Será nombrada por el Obispo que, de acuerdo con las directrices marcadas en el Plan diocesano de Pastoral, establecerán la programación de la formación pastoral y teológica permanente del clero, especialmente en lo que a temario y ponentes se refiera.

La Delegación contará con un Secretariado para el Diaconado Permanente, que se regirá por: las pautas trazadas por el Concilio Vaticano II, las orientaciones de la Iglesia universal, la normativa de la Conferencia Episcopal Española y las disposiciones que emanen de la Diócesis de Jaén.

El Obispo nombrará al equipo que constituye dicho Secretariado, al frente del cual se encontrará un director, cuya tarea será: coordinar a las distintas personas
comprometidas en la formación, presidir y animar toda la labor educativa en sus varias dimensiones, y relacionarse con las familias de los aspirantes y de los candidatos casados y con sus comunidades de proveniencia.

Las funciones del Secretariado serán:

  1. Atender a la formación inicial de los candidatos al diaconado permanente confeccionando, bajo las orientaciones del Obispo, un programa de formación pastoral en sus dimensiones humana, espiritual, Intelectual, comunitaria, y misionera.
  2. Cuidar de la formación permanente Integral de los diáconos, estableciendo un programa adecuado para ello. Para esta última tarea «es deseable que la responsabilidad permaneciese distinta de la que toma a cargo la formación de los aspirantes y de los candidatos
  • Rvdo. Sr. D. Raúl Contreras Moreno: Delegado Episcopal
  • Rvdo. Sr. D. José Antonio Maroto Expósito: Director del Secretariado para el Diaconado Permanente

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