Monseñor Rodríguez Magro concelebra, en la Catedral de la Almudena, la Misa funeral por las víctimas del coronavirus

7 julio de 2020

En la Misa funeral por las víctimas del coronavirus, convocada por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) este lunes, 6 de julio, en la catedral de la Almudena, el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, ha subrayado que en un tiempo en el que «parece que todo se ha oscurecido» como es este de la pandemia «no estamos solos, Dios nos acompaña y no nos deja».

Haciendo referencia al pasaje de la muerte de Lázaro proclamado en el Evangelio, el también vicepresidente de la CEE ha reconocido que «lo primero y más humano es llorar como ellas [Marta y María] y sentirnos solidarios con las lágrimas de miles de personas que ha perdido a sus seres queridos y que aún viven las consecuencias de un duelo tan complejo». Pero igual que Jesucristo consoló a las hermanas de Lázaro, también «nos visita a nosotros […] y nos dice hoy: “Tu hermano resucitará”».

En estos meses «nos hemos sentido frágiles y desorientados» pero Cristo, como hizo con los discípulos, nos invita a no tener miedo. «Estamos llamados a remar juntos, necesitamos confortarnos mutuamente», ha añadido el arzobispo de Madrid, en un momento en que «la humanidad necesita recordar dos sustantivos: hijos y hermanos».

«Somos todos hijos de Dios y, por eso, hermanos entre nosotros. Olvidar estos sustantivos y vivir de adjetivos, como tantas veces hacemos, es un suicidio», ha puntualizado, antes de poner en valor a aquellas personas, creyentes y no creyentes, que han dado «una sencilla lección de solidaridad hasta dar la vida por cuidar la ajena» frente «al sectarismo, a la crispación y al enfrentamiento».

El purpurado ha concluido su homilía destacando las tres llamadas que el Señor hace «a los que vivimos en comunión con Él»: defender el derecho a la esperanza, dar ánimos y no guardarse «el tesoro que es Jesucristo para nosotros».

Llamada a volver la mirada a Jesucristo

El cardenal Juan José Omella, presidente de la CEE, también ha querido mostrar la cercanía de la Iglesia que peregrina en España con las víctimas al hacer suyo «el dolor, el sufrimiento de los familiares de los difuntos». Un dolor profundo que ha provocado no solo su muerte sino «también las condiciones de su partida, lejos del contacto de sus familiares y amigos, sin poder cruzar palabra».

El mejor regalo que se les puede hacer, en palabras del también arzobispo de Barcelona, es «nuestra oración y acción de gracias por todos y cada uno de ellos». Recordando unas palabras de Calderón de la Barca, ha deseado que «todo lo vivido y sufrido sea acogido como una llamada a volver nuestra mirada y nuestra existencia hacia Jesucristo».

Presencia de los reyes y de familiares de víctimas

La Misa funeral, que ha sido concelebrada por más de 35 obispos, entre ellos Don Amadeo Rodríguez Magro, y numerosos sacerdotes, ha contado con la presencia de sus majestades los reyes, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, así como la vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, en representación del presidente del Gobierno; la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; la presidenta del Senado, M.ª Pilar Llop; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes; el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Miguel Ángel Villaroya; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el presidente del PP y líder de la oposición, Pablo Casado, entre otros. Ello ha generado gran expectación mediática, con casi 170 profesionales acreditados.

Además, entre los asistentes, bajo la imagen de Santa María la Real de la Almudena, se ha situado un grupo de más de 70 familiares de fallecidos a causa de la pandemia, localizados a través de las vicarías de la diócesis de Madrid. Justo enfrente han estado los representantes de las Iglesias y de las confesiones, así como una representación de los agentes sociales y eclesiales que durante esta pandemia están trabajando en favor de los demás: personal sanitario, voluntarios de Pastoral de la Salud, de Cáritas y de la Orden de Malta, miembros de las Fuerzas Armadas, de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y miembros de los Bomberos.

Antes de concluir la Misa, el obispo de Ávila, monseñor José María Gil Tamayo, que estuvo ingresado por coronavirus, ha leído la oración ante la pandemia del Papa Francisco: «Oh, María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza. Confiamos en ti, Salud de los enfermos, que junto a la cruz te asociaste al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, salvación de todos los pueblos, sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba».

Fuente: Archidiócesis de Madrid

Compartir:

OTRAS NOTICIAS

Sr. Obispo
Alharilla pone rumbo a su casa después de un año Jubilar histórico

Alharilla pone rumbo a su casa después de un año Jubilar histórico

Porcuna amanecía en este 1 de mayo, festividad de San José Obrero, engalanada para celebrar la pontifical Eucaristía, presidida por el representante del Papa en España, Monseñor Bernardito Auza, en la clausura del Año Jubilar con motivo del 775 aniversario de la Aparición de la Santísima Virgen de Alharilla Coronada.
Carta Pastoral para el mes de mayo «Reina del cielo, alégrate»

Carta Pastoral para el mes de mayo «Reina del cielo, alégrate»

En este tiempo de Pascua, nos regocijamos con María por la resurrección de su Hijo Jesucristo, por la victoria sobre el pecado y la muerte. Como la Iglesia nos enseña, en lugar del Ángelus, en el tiempo de júbilo saludamos a María con la antífona del Regina Coeli: «Reina del Cielo, alégrate, aleluya.
El Obispo se une al minuto de silencio por el menor fallecido trágicamente en la capital jiennense

El Obispo se une al minuto de silencio por el menor fallecido trágicamente en la capital jiennense

La puerta del Ayuntamiento de Jaén acogía, a las 12 horas de este martes, un acto en el que se ha guardado un minuto de silencio en memoria del menor fallecido trágicamente ayer en su domicilio de la capital jiennense. Nuestro Obispo, acompañado de los miembros de la Curia, ha querido hacerse presente, también, en este acto.
Este primero de mayo, el Nuncio  preside la clausura del Año Jubilar de  Alharilla

Este primero de mayo, el Nuncio preside la clausura del Año Jubilar de  Alharilla

Monseñor Bernardito Auza, Nuncio de Su Santidad en España, después de haber recibido la invitación del Obispo de Jaén, ha confirmado que presidirá la Eucaristía de clausura del Año Jubilar de la Santísima Virgen de Alharilla, que se celebrará el próximo 1 de mayo, en Porcuna.
© 2022 Diócesis de Jaén
Accesibilidad
logo