Don Amadeo pronuncia el acción de gracias en la beatificación de cuatro operarios diocesanos en Tortosa
3 noviembre de 2021Esta mañana se ha celebrado en la Catedral de Tortosa la ceremonia de beatificación de cuatro sacerdotes operarios diocesanos que entregaron su vida a causa de la fe. El Administrador Apostólico, Don Amadeo Rodríguez Magro, ha acudido representando a la Diócesis de Jaén ya que dos de ellos perdieron su vida en la provincia cuando desarrollaban su misión de formadores en el Seminario de Baeza.
Monseñor Rodríguez Magro ha sido el encargado de leer el acción de gracias después de la comunión en la beatificación que ha estado presidida por el Cardenal Marcello Semeraro, prefecto para la Congregación de las Causas de los Santos.
Acción de gracias en la Beatificación de cuatro mártires Operarios Diocesanos en Tortosa
Eminentísimo Señor Cardenal, Marcello Semeraro, legado del Santo Padre Francisco en este acontecimiento de gracia y santidad que acabamos de celebrar; eminencias, excelencias reverendísimas, señor nuncio apostólico, hermanos en el episcopado; queridos sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas; familiares de los mártires y hermanos y hermanas en el Señor.
Con estas breves palabras de gratitud al Señor, recojo los sentimientos de los pastores de las diócesis en las que estos cuatro mártires dieron la vida por su fe y por su condición de sacerdotes. Dos de ellos (Aquilino Pastor y Manuel Galcerá) encontraron el martirio en lugares de Jaén, cercanos a Baeza, donde ejercían su ministerio como formadores en aquel seminario. Francisco Cástor Sojo y Millán Garde fueron martirizados en Ciudad Real y Cuenca respectivamente. Los cuatro encontraron la muerte tras un itinerario martirial y doloroso en sus últimos días, en el que manifestaron la evidencia que el martirio es la consecuencia de una vida santa y apostólica.
Los cuatro, miembros de la Hermandad de Operarios Diocesanos, dedicaban su vida a una misión esencial en la Iglesia, a la formación de los futuros sacerdotes, encomendada en muchos seminarios de España a la institución fundada por el Beato Manuel Domingo y Sol. Los cuatro mártires, hoy beatificados, procedían por origen, de lugares en los que la Hermandad tenía una presencia fecunda en vocaciones sacerdotales. Su recorrido ministerial, en unos más dilatado, y en alguno aún “nuevecito y flamante”, es también especialmente evocador para los que conocen la geografía por la que anduvieron estos sacerdotes servidores de la vocación sacerdotal y acompañantes del seguimiento de Jesucristo Buen Pastor, hasta dar la vida por sus ovejas. En esta geografía del ministerio de los formadores de sacerdotes, permítanme que evoque especialmente a Extremadura, no sólo por ser el lugar de nacimiento de dos de estos nuevos beatos; también por haber pasado prácticamente todos ellos por el Seminario de Plasencia, uno de los lugares emblemáticos de la Hermandad.
No quiero dejar de hacer mención del especial significado del Seminario de Baeza, en el que eran educadores dos de ellos. En él se recogía la herencia de San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia, Patrón del clero español y Maestro en la formación sacerdotal. En este seminario se le daba continuidad, de algún modo, a la Universidad que en aquella ciudad puso en marcha y en la que se educaron en ciencia, santidad y celo apostólico los discípulos de la Escuela Sacerdotal Avilista.
Por todo lo que dejaron de bien y servicio a lo largo de sus vidas y por su sangre derramada en su cruento martirio, semilla de tanto seguimiento de Cristo, le damos gracias a Dios Nuestro Señor. También le damos gracias a la Santa Madre Iglesia por el cuidado que está poniendo en que nunca se pierda la memoria martirial de la Iglesia en España.
+ Amadeo Rodríguez Magro
Administrador Apostólico Diócesis de Jaén